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CAUSAS Y EFECTOS DE LA INFIDELIDAD DE LAS MUJERES

Mujeres Infieles




Se han publicado muchas estadísticas sobre la infidelidad y estudios sobre la forma en que la infidelidad femenina ha aumentado. Pero, más allá de las cifras ¿qué hay detrás de las mujeres que traicionan?



De acuerdo a algunos estudios, cerca del 40 por ciento de las mujeres traicionan, pero nadie se atrevería a confirmar la exactitud de esa cifra. Otros afirman que el índice se igualó al de los hombres, que 50 por ciento es el promedio mundial, el cual ciertamente parece modesto en determinados rincones tropicales. Si es arriesgado decir cuánto engañan, sí se puede intentar saber cómo, por qué y con quien las mujeres están traicionando a sus parejas.



Un estudio realizado en Brasil tomó como base la historia de 30 mujeres a las que se les indagó sobre este tema. La primera pregunta –y la más fácil– fue ¿por qué? Algunas respuestas fueron: por curiosidad, por oportunidad o por soledad en el matrimonio. ¿Cómo? En general, sin grandes arranques de pasión, para ver cómo es, para hacer lo mismo que los hombres. Del grupo de 30 mujeres reunidas, por lo menos la mitad ya había tenido un caso paralelo durante su relación.



¿Con quién? Generalmente amigos, ex enamorados, profesores, instructores de gimnasia y hasta con los médicos de los cuales son pacientes. De las 30, tres ya habían vivido un romance con sus ginecólogos. Dentista y pediatra del hijo también hacen parte del rol de amantes citados. Animadas por las confesiones de otras mujeres, ellas revelaron aspectos de la infidelidad femenina que contradicen convicciones enraizadas. Por ejemplo, en el grupo compuesto por mujeres de clase media alta, pocas afirmaron sentir algún cargo de conciencia, al contrario de lo que dicen las investigaciones. También dijeron que el sexo de calidad con el marido es una de las claves de la fidelidad. La mayoría garantizó que, si todo va bien en la cama, la posibilidad de codiciar el marido de otra disminuye drásticamente. "Para la mujer, el sexo quiere decir varias cosas: que ella aún es amada, deseada, respetada por el marido. El hombre tiene una visión diferente", afirma el sexólogo y ginecólogo Amaury Mendes Junior, que condujo un estudio con 400 mujeres en su consultorio. Él constató que, en el 70 por ciento de los casos en que la mujer fue infiel, había una queja sobre la vida sexual con el marido.



Las oportunidades son creadas por un cotidiano femenino sin paralelos en la historia de la humanidad. Tener relaciones extraconyugales se volvió más fácil gracias a los cambios estructurales en la rutina de las mujeres liberadas del encierro del hogar. Se incluyen factores como la convivencia con más hombres en el ambiente de trabajo, el anonimato de las relaciones en internet, o la simple tribulación de la vida profesional, con ausencias que no despiertan desconfianzas, como los viajes de trabajo, los congresos, donde todo el mundo está, de cierta manera, disponible", afirma el psiquiatra Moacir Costa, en Mujer, la conquista de la libertad y el placer.



Sin arrepentimientos

Esos cambios son detectados en los consultorios terapéuticos. La traición que era confesada por mujeres a llantos, llena de arrepentimiento, hoy es un tema que tiende a ser tratado de forma más racional. En general, la mayoría de las pacientes hasta prevé la infidelidad antes que se realice. Los reclamos de que el matrimonio ha caído en el tedio y que el marido es indiferente preceden al caso en sí. "Hoy, algunas llegan aquí y ya piensan que traicionar es consecuencia obvia del aburrimiento de la vida entre los dos. Eso era inconcebible algunos años atrás", dice Costa. El hecho de que el casamiento también perdió el peso de institución mandatorio, abriendo espacio para escoger libremente, es otro elemento que influencia las experiencias femeninas, según constata el psiquiatra. "Incluso después del matrimonio, ellas alimentan la duda de saber si hicieron lo correcto o no", relata. "A veces, la traición ocurre para corroborar la elección del marido.



Del tipo "voy a probar con otro hombre para ver si mi marido es realmente el que yo quiero en la cama". Es, sin duda, un tipo de conducta nueva".



La preocupación, obsesión, dirían muchos, con la fidelidad femenina fue consolidada a lo largo de milenios por motivos culturales, antropológicos y biológicos que son casi auto explicativos.